- ¿Qué es la moda? Una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
- A mí dadme lo superfluo, que lo necesario todo el mundo puede tenerlo.
- Adoro los placeres sencillos; son el último refugio de los hombres complicados.
- Ciertamente, Whistler es uno de los grandes maestros de la pintura, en mi opinión. Y he de añadir que el mismo Mr. Whisler está completamente de acuerdo con esta opinión.
- Cuando la gente está de acuerdo conmigo siempre siento que debo estar equivocado.
- Cuando me da por pensar de noche en mis defectos, me quedo dormido inmediatamente.
- Cuando un lector le insinuó que debería cambiar un trozo de su novela: Quizá tenga razón pero... ¿Quién soy yo para mutilar a un clásico?
- Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve.
- El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.
- En asuntos de vital importancia, el estilo, y no la sinceridad, es lo verdaderamente vital.
- En estos tiempos los jóvenes piensan que el dinero lo es todo, algo que comprueban cuando se hacen mayores.
- Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar, o ser un miembro útil de la comunidad.
- Hay mucho que decir en favor del periodismo moderno. Al darnos las opiniones de los ignorantes, nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad.
- Jamás viajo sin mi diario. Siempre debería llevarse algo estupendo para leer en el tren.
- La belleza es muy superior al genio. No necesita explicación.
- La mejor base para un matrimonio feliz es la mutua incomprensión.
- La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.
- La tierra es un teatro, pero tiene un reparto deplorable.
- Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.
- Los hombres jóvenes quieren ser fieles y no lo consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y no lo logran.
- Los músicos son terriblemente irrazonables. Siempre quieren que uno sea totalmente mudo en el preciso momento que uno desea ser completamente sordo.
- Los solteros ricos deberían pagar más impuestos. No es justo que unos sean más felices que otros.
- Matar es una estupidez. Nunca debe hacerse nada de lo que no se pueda hablar en la sobremesa.
- Me gusta contemplar a los hombres geniales y escuchar a las mujeres hermosas.
- Mientras que para la sociedad no existe mayor pecado que la vida contemplativa, los más cultos opinan que la contemplación es la ocupación natural del hombre.
- No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.
- Para la mayoría de nosotros la verdadera vida es la vida que no llevamos.
- Que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen.
- Que un hombre muera por una causa no significa nada en cuanto al valor de la causa.
- Resulta de todo punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día criticándote a tus espaldas por cosas que son absolutamente y completamente ciertas.
- Siempre es bueno dar consejos, pero darlos buenos es fatal.
- Sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan, sin duda por eso mismo las opiniones imparciales carecen de valor.
- Sólo publican memorias aquellas personas que ya han perdido totalmente la memoria.
Oscar Wilde
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Sé buena persona y por favor no castigues mis marchitas neuronas con otra escritura que no sea la respetuosa con la puntuación y la ortografía, el censor que llevo dentro te lo recompensará continuando dormido.