El músico Nick Cave estuvo en The Late Show with Stephen Colbert a principios de esta semana del 12 de agosto de 2024 y leyó una carta de su Red Hand Files, un proyecto AMA en el que los fans escriben con preguntas y él las responde. La pregunta era:
«Tras los últimos años me siento vacío y más cínico que nunca. Estoy perdiendo la fe en los demás y tengo miedo de transmitir estos sentimientos a mi hijo pequeño. ¿Todavía cree en nosotros (los seres humanos)?»
En una preciosa carta de respuesta, Cave escribe que «gran parte de mis primeros años de vida los pasé despreciando al mundo y a las personas que lo habitan» y que «fue necesaria una tragedia para comprender la idea del valor mortal, y fue necesaria una devastadora situación para encontrar la esperanza». Esa devastación fue la muerte de su hijo de 15 años en 2015. A continuación, el contenido íntegro de la respuesta de Cave:
Querido Valerio:
Tienes razón al preocuparte por tus crecientes sentimientos de cinismo y debes tomar medidas para protegerte a ti mismo y a los que te rodean, especialmente a tu hijo. El cinismo no es una postura neutral, y aunque no nos pide casi nada, es muy contagioso e increíblemente destructivo. En mi opinión, es el más común y fácil de los males.
Lo sé porque gran parte de mis primeros años de vida los pasé despreciando al mundo y a las personas que lo habitan. Era una postura a la vez seductora e indulgente. La verdad es que era joven y no tenía ni idea de lo que me esperaba. Me faltaban los conocimientos, la previsión, la autoconciencia. Simplemente no lo sabía. Fue necesaria una catástrofe para enseñarme el valor de la vida y la bondad esencial de las personas. Hizo falta una devastadora situación para revelar la precariedad del mundo, de su propia alma, para comprender que pedía ayuda a gritos. Fue necesaria una gran desgracia para comprender la idea del valor mortal, y fue necesaria una tragedia para encontrar la esperanza.
A diferencia del cinismo, la esperanza se gana con esfuerzo, nos impone exigencias y a menudo puede parecer el lugar más indefendible y solitario de la Tierra. La esperanza tampoco es una posición neutral. Es contradictoria. Es la emoción beligerante que puede acabar con el cinismo. Cada acto redentor o amoroso, por pequeño que sea, Valerio, como leer a tu hijo pequeño, o enseñarle algo que te guste, o cantarle una canción, o ponerle los zapatos, mantiene al diablo en el fondo del abismo. Dice que el mundo y sus habitantes tienen valor y que merece la pena defenderlos. Dice que merece la pena creer en el mundo. Con el tiempo, llegamos a descubrir que es así.
Con amor, Nick
Original:
Dear Valerio,
You are right to be worried about your growing feelings of cynicism and you need to take action to protect yourself and those around you, especially your child. Cynicism is not a neutral position — and although it asks almost nothing of us, it is highly infectious and unbelievably destructive. In my view, it is the most common and easy of evils.
I know this because much of my early life was spent holding the world and the people in it in contempt. It was a position both seductive and indulgent. The truth is, I was young and had no idea what was coming down the line. I lacked the knowledge, the foresight, the self-awareness. I just didn’t know. It took a devastation to teach me the preciousness of life and the essential goodness of people. It took a devastation to reveal the precariousness of the world, of its very soul, to understand that it was crying out for help. It took a devastation to understand the idea of mortal value, and it took a devastation to find hope.
Unlike cynicism, hopefulness is hard-earned, makes demands upon us, and can often feel like the most indefensible and lonely place on Earth. Hopefulness is not a neutral position either. It is adversarial. It is the warrior emotion that can lay waste to cynicism. Each redemptive or loving act, as small as you like, Valerio, such as reading to your little boy, or showing him a thing you love, or singing him a song, or putting on his shoes, keeps the devil down in the hole. It says the world and its inhabitants have value and are worth defending. It says the world is worth believing in. In time, we come to find that it is so.
Love, Nick