- Si tenías un pub, renómbralo como "taberna" "casa de comidas" o algo totalmente enigmático como "El Asno y la Confianza".
- Incluso puedes ir un paso más allá y dejarlo en una única palabra. Algunas ideas: "Gómez", "Salami" (no hace falta siquiera que sirvas salami), "Incidente" o "Épico".
- Asegúrate de que nada del mobiliario pegue. Ni una silla igual, las mesas pueden ser puertas reutilizadas, palets, una mesa para pájaros. En serio, cualquier cosa vale.
- Expón a la vista el cableado eléctrico y las tuberías. A los clientes habituales les encanta ver la instalación del alumbrado. ¿Techo decorativo? Quita esa mierda inmediatamente.
- Sirve todas tus bebidas en jarras sin absolutamente ningún motivo.
- Necesitas un barman barbudo.
- Y una camarera raruna.
- Apuesta de manera obsesiva por tu presencia en las redes sociales. Olvida la carta de vinos. ¿Habéis visto nuestros tuits? Debe ser lo primero que preguntes a tus clientes habituales.
- Tu oferta de platos veganos y vegetarianos deben prácticamente copar la carta, por encima de los demás platos. Excepto el café...
- ¡Café! ¡Que sea una locura! Debes tener al menos 419 variantes de café distintas. Y wifi. A fin de cuentas, el café y el wifi son prácticamente la misma cosa hoy en día.
- Infla los precios. Llámalo artesano, orgánico o lo que sea.
- Desperdiga unos cuantos libros viejos y algún objeto decorativo extraño por el local.
- Finalmente, la ubicación. Muy importante. Abre tu restaurante de moda en un barrio degradado de la ciudad. Pero haz notar que tienes "buenas perspectivas" y di algo acerca del aburguesamiento en ciernes.
sábado, 10 de enero de 2015
Guía simple para abrir tu propio restaurante gafapasta
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