jueves, 25 de marzo de 2010

Brainwashed, siete maneras de reinventarte

Haz trabajo que importe.

Cuatro palabras disponibles para cualquiera. Están aquí si las quieres. La economía te acaba de dar apoyo – el apoyo para crear una diferencia, el apoyo para extender tus ideas y el apoyo para tener impacto. Más gente tiene más apoyo (más oportunidades y más poder) para cambiar el mundo que en cualquier otro momento de la historia. ¿Qué vas a hacer con ello? ¿Cuándo?

Aquí hay siete apoyos disponibles para cualquiera (como tú) en busca de la reinvención:

  1. Conecta
  2. Sé generoso
  3. Haz arte
  4. Reconoce al lagarto
  5. Emtrega
  6. Fracasa
  7. Aprende

CONECTA

Las redes sociales son o una pérdida de tiempo, una distracción, un desperdicio o, quizás, solo tal vez, es una grieta en el muro entre tú y el resto del mundo. Es una decisión… que tienes que tomar.

Si mides cuantos followers tienes, cuantos comentarios consigues o cómo es de grande tu huella online, estás midiendo la cosa equivocada y probablemente distrayéndote de lo que importa.

Por otro lado, los medios digitales pueden ofrecerte una oportunidad de hacer conexiones reales, conseguir permiso y ganar opiniones de gente con la que nunca tendrías oportunidad de interactuar de cualquier otra manera.

Estábamos aislados, ahora estamos conectados. El individio típico no tenía el tiempo, el dinero o los contactos para ser escuchado hace solo unos pocos años. Hoy, la puerta está totalmente abierta… pero solo la gente que puede emocionarnos traspasará el umbral. Si puedes alcanzar y (mucho más importante) emocionar o cambiar a la gente, ganarás influencia, autoridad y poder.

Shepard Fairey hizo un poster de Barack Obama. Internet ayudó a extenderlo. El poster conectó a un partidario con otro y se convirtió en un icono, una tarjeta de identidad compartida libremente (y al final en una parodia). Y en el centro de todo estaba el artista. No importa que Fairey no ganara un céntimo vendiendo la imagen. Lo que importa es que él conectó y esa conexión le da un impulso a su arte.

Nunca volverá a necesitar buscar trabajo o ingresos. Éstos le encontrarán a él.

Crecimos aislado. El futuro es conectado. Crecimos incapaces de tener interacciones significativas con nadie excepto un pequeño círculo de familia y colegas. Ahora, hemos ganado el derecho a interactuar casi con cualquiera.

Creo que esto lo cambia todo… si lo permitimos.

SÉ GENEROSO

La nueva economía a menudo implica comerciar con cosas que no cuestan dinero. No hay un coste incremental en escribir un ensayo, componer una canción o hacer una presentación. Como no cuesta dinero jugar, tenemos la capacidad de dar antes de obtener.

La economía de la generosidad recompensa a la gente que crea y participa en círculos de regalos. No el enfoque directo “yo te doy esto – tú me das aquéllo” de la economía tradicional, sino la economía tribal de individuos que se apoyan entre sí.

Las tribus de individuos con talento que están conectadas, confían unos en otros y se apoyan unos a otros están en mejor posición para crear un movimiento, entregar elementos de valor, o impulsar ideas mucho más rápido que cualquier individuo ha tenido nunca.

Derek Sivers creó CDBaby.com desde su dormitorio y la convirtió en un vendedor multimillonario de música independiente. Bajo su dirección, vendía más música de más artistas que nunca nadie antes. ¿El secreto? Dedicó casi todo su tiempo a apoyar a los artistas. El software que desarrolló, los posts que escribió, los sistemas que instituyó – fueron regalos, contribuciones generosas de Derek a los artistas con los que trabajaba. A cambio, los artistas construyeron una comunidad vibrante, una que no podía hacer otra cosa que dar un beneficio.

HAZ ARTE

El arte es un regalo original, una conexión que cambia a quien lo recibe, una capacidad humana para crear una diferencia. El arte no es una pintura, ni siquiera un poema, es algo que cualquiera de nosotros puede hacer. Si interactúas con otros, tienes la plataforma para crear algo nuevo – algo que cambie todo. A eso le llamo arte.

El arte es lo contrario de la trigonometría. El arte no sigue instrucciones ni un manual ni las órdenes del jefe.

En cambio, el arte es el muy humano acto de crear lo no creado, de conectar con otra persona a un nivel humano. Lo que hemos visto es que más y más mercados recompensarán el arte con generosidad, y entregarán el trabajo rutinario al que oferte más barato.
Kathy Sierra hace arte cuando nos enseña sobre interfaces de usuario, y Mary Ann Davis hace arte cuando mueve los límites de lo que se puede hacer en alfarería. El arte parece arriesgado porque lo es. El riesgo que asume el artista es que puede no gustarte, puede que no te emocione, podrías llegar a reírte del esfuerzo. Y es asumir estos riesgos lo que nos lleva a ser recompensados.

RECONOCE AL LAGARTO

Al cerebro del lagarto (ese cerebro primordial prehistórico con el que todos tenemos que lidiar) no le gusta que se rían de él. Es la parte de nuestro cerebro que se preocupa por la seguridad y reparte ira. Que se rían de él es la peor pesadilla del cerebro del lagarto. Así que censura nuestro arte.

Steven Pressfield llama a este apagón “la resistencia”. La resistencia es la vocecita en tu cabeza que hace que bajes la frente y te anima a seguir las instrucciones. La resistencia vive del miedo, y no duda en censurarnos a la primera señal de ostracismo potencial. La resistencia es la voz que fue cómplice en el lavado de cerebro, porque la resistencia es fácil de estimular. Cuando tu profesor te amenaza con (por aquí cualquier castigo social) si no haces tus deberes en la escuela, tú haces los deberes. La resistencia gana.

Lo que los artistas han descubierto a lo largo de la historia es que la resistencia es la única barrera entre hoy y su arte. Que el acto de genio requerido para producir un trabajo original e importante está lisiado por la resistencia, e ignorar la voz del escepticismo es crítico para hacer el trabajo.

Y así, lo reconocemos. Nos levantamos y oímos la voz del lagarto que vive en nuestro cerebro y reconocemos que está ahí y después subimos al estrado y hacemos el trabajo. Reconocemos al lagarto para poder ignorarlo.

ENTREGA

La escasez crea valor. La gente paga extra por cosas que son difíciles de conseguir, mientras las que tienen exceso son baratas. Eso es economía básica.

Asi que ¿qué es escaso?

La capacidad de entregar.

Si puedes sacar algo por la puerta mientras tus competidores se encogen de miedo, ganas. Si eres el miembro del equipo que hace que las cosas pasen, te haces indispensable. Si tú y tu organización sois los (únicos) que podéis hacer cosas, cerrar la venta, enviar el producto y crear una diferencia, sois los esenciales – aquellos sin los que no podemos vivir.

Entregar es difícil por el cerebro de lagarto. La resistencia no quiere que entregues, porque si entregas, podrías fracasar. Si entregas, podríamos reírnos de ti. Si entregas, podrían hacerte responsable de las decisiones que tomaste.

La clave para la reinvención de quien tú eres, entonces, es convertirte en alguien que entrega. El objetivo es tener la rara habilidad de realmente conseguir que las cosas se hagan, hacer que sucedan y crear resultados que la gente busque.

Michael Dell entrega. También lo hace Larry Ellison y Anne Mulcahy. Callar al lagarto, reconocerlo y después ignorarlo – es la única manera.

FRACASA

Un aspecto clave de la entrega es la capacidad de fracasar. La reinvención del mercado demanda que uno tenga la capacidad de fracasar, a menudo y con gracia – ¡y en público!

La vieja economía estaba basada en fábricas e instituciones, cosas que costaba mucho tiempo construir.

Nadie en Buick o la Metropolitan Opera estaba interesado en fracasar. Costó demasiado crear estas instituciones como para que consideren la idea del crecimiento a través del fracaso.

Hoy, sin embargo, la única manera de que las organizaciones crezcan es entregar cosas arriesgadas, crear cambio, hacer arte, cambiar a la gente. Pero entregar implica el riesgo de fracasar.

Así que te exigimos que fracases.

Espero que estés dispuesto.

Durante generaciones, los artistas trataron de aparentar indiferencia. Hay incluso una palabra para ello: Sprezzatura. Es una palabra italiana, que significa “una cierta indiferencia, como para ocultar todo el arte y hacer que cualquier cosa que uno haga o diga aparezca ser sin esfuerzo y casi sin pensar en ella.”

Necesitamos una palabra nueva, una que signifique lo contrario. Es el obvio y supremo esfuerzo que implica el crear arte, desafiar al lagarto y luchar contra la resistencia.

APRENDE

El séptimo pilar es la clave de los otros seis.

Las escuelas solían existir para enseñar un oficio. Eras aprendiz, y después trabajabas el resto de tu vida en el mismo empleo, en la misma ciudada, en la misma fábrica, haciendo el mismo trabajo.

Ja.

Sigue soñando. Solo los fareros tienen ese “lujo” hoy, y ¿cuándo fue la última vez que encontraste a un farero?

Traer la mentalidad de la “escuela como evento” al trabajo hoy es cortejar cierto fracaso. La escuela no ha terminado. La escuela es ahora. La escuela son los blogs y los experimentos y las experiencias y el fracaso constante de entregar y aprender.

Ya has dado el primer paso. Has leído algo que te ha desafiado a pensar diferente.

El camino a la reinvención, sin embargo, es justo eso – un camino. La oportunidad de nuestro tiempo es descartar lo que crees que sabes y en su lugar aprender lo que necesitas aprender. Todos los días.

NOTA: Esto es una traducción autorizada, realizada por Borja Prieto en Desencadenado.com de Brainwashed, manifiesto escrito por Seth Godin con motivo del lanzamiento de su libro Linchpin: Are you indispensable?.