Hace unos días leía en un libro sobre culturas orientales el siguiente aforismo:
"El camino para conseguir la paz interior reside en finalizar las cosas que has empezado".
Después de una larga reflexión pensé: puede que tenga razón. Miré a mi alrededor y vi todas las cosas que había empezado en mi vida y estaban sin terminar... Así que ayer me terminé una botella de pacharán, una de rioja, una de Chivas Regal, medio paquete de Heineken, la caja de Montecristos y una de condones (de 12).
¡No tenéis ni puta idea de lo bien que me siento!
Transmitid este mensaje a vuestros allegados y a todos aquellos que necesitan la paz interior.
El verdadero estado de paz interior
ResponderEliminar«Había una vez un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.
Muchos artistas intentaron. El rey observó y admiró todas las pinturas, pero solamente hubo dos que realmente le gustaron y tuvo que escoger entre ellas.
La primera era un lago muy tranquilo. Este lago era un espejo perfecto donde se reflejaban unas plácidas montañas que lo rodeaban. Sobre éstas se encontraba un cielo muy azul con tenues nubes blancas. Todos los que miraron esta pintura pensaron que ésta reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenía montañas. Pero éstas eran escabrosas y descubiertas. Sobre ellas había un cielo furioso del cual caía un impetuoso aguacero con rayos y truenos. Montaña abajo parecía retumbar un espumoso torrente de agua. Todo esto no reflejaba para nada lo pacífico. Pero cuando el rey observó cuidadosamente, miró tras la cascada un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca. En este arbusto se encontraba un nido. Allí, en medio del rugir de la violenta caída de agua, estaba sentado plácidamente un pajarito en el medio de su nido… paz perfecta.
El rey escogió la segunda. –Porque, explicó el rey a sus súbditos, paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin trabajo duro o sin dolor. Paz significa que a pesar de estar en medio de todas estas cosas permanezcamos calmados dentro de nuestro corazón. Éste es el verdadero significado de la paz.”»
Muy Zen, pero debido a que mi espíritu tiene poco de eso y sí mucho de racionalista y materialista, me quedo con el viejo proceder de moldear la realidad a mi alrededor, hasta que la muerte borre todo vestigio de sentido.
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