"...en 1938 fue fusilado junto con un grupo de republicanos en Valsequillo (Córdoba) por un pelotón borracho. El humorista no fue alcanzado por ninguna bala y se hizo el muerto hasta que pudo huir por la noche...."
El único, el inimitable, el imponderable Miguel Gila
Hace muchos años tuve la inmensa suerte de escuchar en directo esa historia en una sala de fiestas de Madrid. Y aunque la conocía perfectamente me dio el mayor ataque de risa que he sufrido nunca... era absolutamente genial.
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