martes, 22 de mayo de 2007

Globalización

"La globalización es hoy algo en muchos aspectos inevitable, como ayer lo fue la electricidad. Pero uno puede ser partidario de la electricidad sin serlo de la silla eléctrica... Si lo que se globaliza es la protección de los derechos humanos, la justicia, la educación, la lucha contra el hambre o la protección del medio ambiente, santo y bueno; pero lo que no se puede consentir es que sólo se globalice el capital especulativo, las tarjetas de crédito o los khalasnikhovs..."

Fernando Savater en el periódico El Mundo (9 Octubre 2002)

3 comentarios:

  1. Hola!

    Hay un libro muy bueno sobre globalización, ecologismo, desigualdad... se titula "Salvemos Nuestro Planeta". Yo lo busqué por librerías, pero al final lo compré por internet y me llegó muy rápido. Teneis más información aquí:

    http://www.lulu.com/content/2052215

    El libro está genial, es muy didáctico y se aprende muchísimo. Aunque tiene algunas páginas aburridas, la lectura se hace muy amena y se hace muy corto.

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  2. Efectivamente, la política exterior de la Unión Europea es tan criminal como la de los Estados Unidos, y no por establecer misiones militares al modo norteamericano, cosa que nosotros no hacemos, pero sí por las Restricciones al Comercio que imponemos a los pobres impidiéndoles beneficiarse del mismo, del que nosotros sí que hacemos uso. Impidiéndoles vendernos parte de lo poco que saben producir (bananos, cereales, etc), les negamos las divisas necesarias para comprarnos otros productos que les hagan mejorar gradualmente su calidad de vida (gafas, pasta dentífrica, etc) y bienes de capital (máquinas agrícolas en vez de rastrillos, por ejemplo, con los que especializarse en aquellas actividades en las que tengan mayores ventajas competitivas) que les permitan maximizar sus beneficios, esto es, aumentar la productividad (clave absoluta para hacer crecer la calidad de vida del día a día: aumentar la productividad + aumentar la productividad + aumentar la productividad ), con lo que disponer aún de más divisas y poder liberar mano de obra que se dirija a otros sectores aún más productivos, como la industria, los servicios, o la emigración, al modo de lo que hicieron y hacen los países ricos ("Y Mr. Rockefeller le dijo a Rhama Jundra: si quieres ser rico, haz lo que hicieron los que hoy son ricos cuando aún eran pobres. No debilites la propiedad, no fuerces el mercado, contrata conforme a tu buen juicio, no rindas tu voluntad a la tutela de los moralistas", "Porque quien cede su libertad a cambio de seguridad, pierde la una y la otra".).
    La transferencia forzada de propiedad monetaria de los bolsillos del ciudadano de las naciones prósperas a los bolsillos de los caciques del Tercer Mundo, por la fuerza coactiva del poder político de turno, sólo lleva, como 60 años de “solidaridad” nos demuestran, a la dictadura y a la miseria.
    Permitamos a los pobres del mundo beneficiarse del principal activo que comparte la Unión Europea: el comercio, a través del Mercado Común. Lo que nos sirve a nosotros para vivir en la abundancia, también les sirve a ellos. Es el mejor y legítimo medio (junto a la solidaridad de verdad, esto es, a las donaciones voluntarias de propiedad, y no a las "ayudas al desarrollo" que son meras meteduras de manos en los bolsillos de los ciudadanos indefensos por parte de los moralistas institucionalizados de éste siglo) para hacer eficientes y eficaces la búsqueda del máximo beneficio, de la máxima utilidad de los recursos, que son escasos, para todas las partes intervinientes.
    Creo que el mejor ejemplo de ello puede serlo China o la India. Hasta hace poco millones de personas han llevado unas vidas homogéneas en la pobreza, para acabar muriendo uniformados en la miseria, tras vidas más cortas que largas, en esclavitud. Ahora siguen rompiéndose el lomo trabajando, pero parece que materialmente son menos pobres, y espiritualmente menos oprimidos y más esperanzados en su futuro y en sus capacidades humanas. Y todo esto empezó dejando comerciar a los paupérrimos agricultores chinos allá por 1978.
    Me niego a aceptar que están condenados a vivir de la caridad. Se oye a menudo que África no ha salido de la pobreza por culpa del mercado. Yo creo que África no ha salido de la pobreza precisamente por que no le han permitido disfrutar del mercado, porque no ha llegado el comercio, porque no se les deja defender sus propiedades al modo occidental, esto es al modo europeo o norteamericano básicamente. De la misma manera que el nivel de vida aumentó para los españoles eliminando los aranceles internos, forjando un mercado nacional, globalizándose internamente, paso que se llevó a cabo posteriormente entre los miembros de la Unión, así los ciudadanos europeos debemos salir masivamente a manifestarnos para exigir a la nomenclatura que borre las fronteras y extienda la globalización panaeuropea al continente siituado a nuestro sur. Y que dejen de mantener, con las "ayudas al desarrollo"(que no salen sino de violentar la intimidad del trabajo de los curritos), a los dictadores y demás gobiernos pseudo democráticos que se encargan de acumular poder (despojándoles a los pobres su capacidad natural de querer y entender y de vender y competir en el mercado, de ser seres responsables, mayores de edad, no sujetos a tutela, como nos vienen demostrando últimamente los analfabetos y pauperrísimos clientes del Grammen Bank, en el que prestamista y prestatario salen ganando buscando cada uno su lucro partidista), obligándoles a pasar por el aro de la "autoridad".

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  3. El blog es mío y me lo follo cuando quiero, por tanto, anónimo ppredactor del ladrillo anterior, creo sinceramente que la sarta de imbecilidades y tergiversaciones que mas o menos has esbozado, proceden a partes iguales de la más palmaria ignorancia y de la simplicidad de pensamiento, en sentidos estrictos (ver definiciones de la RAE).

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Sé buena persona y por favor no castigues mis marchitas neuronas con otra escritura que no sea la respetuosa con la puntuación y la ortografía, el censor que llevo dentro te lo recompensará continuando dormido.