"Una empresa, llamemosla "Fruterias Pepe", se pone en contacto con la consultora, llamemosla "Semos los mejores", porque se le ha desmadrado el control de la pera blanquilla. La consultora le explica como en otras muchas fruterías con su mismo problema han implantado un novísimo sistema de conteo de peras blanquilla y que en su caso quedará mucho mejor que en todos los demás casos. Fruterías Pepe decide entrar en el futuro y contrata la consultora.
La consultora busca entre su personal a los mas indicados para el puesto y encuentra a un confitador de albaricoques y a un fabricante de redecillas para naranjas que en ese mismo momento se transforman en expertos contadores de peras blanquillas. Los nuevos expertos contadores de peras blanquilla van a la frutería y se encuentran que hay peras blanquilla en cajas, hay peras blanquilla bajo la mesa, en las balanzas, en las cajas de plátanos, vamos que parece la invasión de las peras blanquilla mutantes. Así que vuelven a su empresa y le dicen:
- Nunca en mi vida había visto tantas peras blanquilla y en ese estado (cuando lo que debería decir es "nunca en mi vida he visto una pera blanquilla"). Con la experiencia que tengo en peras blanquilla (en este punto en antiguo zurcidor de redes para naranjas ya se cree que es realmente es un experto en peras blanquilla) yo diría que tardaremos al menos 6 meses los dos expertos en peras blanquilla.
De toda explicación (que en algunos casos implica incluso documentación sobre peras que nadie leerá, con diagramas sobre semillas, arboles y peras, incluso alguno que otro sobre el ciclo del agua) lo único que ha quedado es que es posible poner en orden todo ese ejercito de peras blanquilla.
Con esta información se habla con Fruterías Pepe y se le dice:
- Ya hemos comenzado a trabajar en su caso, en 6... hmmm.... 5... 4? ... 2 meses tendremos implantado y funcionando un nuevo sistema de control de peras blanquilla que será la envidia de todos los productores de pera blanquilla en universos a la redonda.
Se informa a los expertos en pera blanquilla que en dos meses van a tener preparado el nuevo sistema. Los expertos maldicen, reniegan y hablan sobre la posibilidad de actualizar unas páginas donde pone datos personales. Pero trabajan contentos y felices hasta que falta una semana.
Durante las primeras 5 semanas se ha cambiado el proyecto unas 15 veces, hasta un punto en que no hay que contar peras blanquilla sino hacer confitura y comercializarla en Kuala Lumpur, pero las fechas no se tocan, eso sí ha llegado un nuevo compañero en la cuarta semana que durante tres años había estado contando peras blanquilla y ahora es el encargado del modulo que hará las ventas en Kuala Lumpur.
En la última semana se acerca y el nuevo encargado del mercado malayo se acerca y habla con estas palabras:
- Sabemos que os hemos pedido algo más de lo que estaba previsto y tenéis que saber que estamos muy contentos (esto es con una mano se aguanta el azucarillo...) pero ahora necesitamos hagáis un esfuerzo especial (... y con la otra mano se da el palo). Hemos llegado a un compromiso con los malayos y si no les entregamos doce toneladas de confitura de pera blanquilla invadirán Andorra. Así que ahora nos tocara hacer un esfuerzo, pero no haremos mucho solo lo que sea humanamente posible.
Para los neófitos en esto deciros que lo humanamente posible es hasta que se te cae la cabeza hacia adelante... tres veces y los cubos de agua no te despiertan.
Normalmente los malayos no invaden Andorra, las empresas renuevan personal y se descubre que la confitura de pera blanquilla envasada en redecillas de naranja no tiene futuro."
Lo contó Sr. Ácido el 18 de abril de 2007
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