Esta entrevista a Sara Barquinero ofrece una mirada profunda
y reveladora sobre su novela «Los Escorpiones», un libro que aborda
preocupaciones tanto generacionales como universales. Barquinero explica que
temas como la depresión, tratados de manera extensa y explícita, han sido clave
para conectar con un público amplio. La trama de intriga complementa estos
temas, haciendo de la novela una lectura fascinante.
Uno de los pilares de la novela pasa por la reflexión sobre
en qué creen las personas ahora que «Dios ha muerto». Barquinero
responde con realidades desoladoras como teorías conspirativas, videojuegos que
inducen al suicidio, drogas auditivas y aislamiento social. La novela nació en
un momento vital en el que la autora atravesaba una etapa de profunda tristeza.
Escribirla le permitió explorar esos sentimientos desde una perspectiva
distinta, lo que, aunque no lo define como terapia, tuvo un efecto catártico
para ella.
Barquinero también aborda el nihilismo y cómo, al tocar
fondo, una persona tiene varias opciones: recrearse en el nihilismo, adoptar un
nuevo relato o valorar las opciones de la vida. Ella elige la última, lo que
refleja un enfoque esperanzador a pesar del tono oscuro de su obra.
Los personajes de «Los Escorpiones» son jóvenes
con síndrome de burnout, atrapados en el pasado y sin un futuro claro,
reflejando una generación que ha vivido la crisis del 2008 y enfrenta una falta
de perspectivas. Sin embargo, Barquinero reconoce que estas preocupaciones no
son exclusivas de su generación, sino que resultan comunes con muchos otros.
La crudeza de algunos capítulos, según la autora, es
producto tanto de documentación como de experiencias personales. Confiesa haber
probado «música droga» en su adolescencia, lo que añade autenticidad
a sus descripciones.
Barquinero mezcla influencias diversas en su obra, desde
Kant y Foster Wallace hasta Chenoa y Bad Bunny. Su tesis doctoral sobre Kant le
ha brindado una comprensión profunda de cuestiones filosóficas, lo que se
refleja en la complejidad de su narrativa. Su admiración por Foster Wallace es
evidente, y su obra «La broma infinita» ha sido una inspiración
directa, de la que “Los escorpiones” podría considerarse una especia de continuación.
La autora sostiene que el ser humano contemporáneo, a pesar
de su descreimiento y materialismo, necesita creer en algo. Esta necesidad es
racional y se manifiesta en diferentes formas, desde actos de fe cotidianos
hasta creencias más estructuradas. Barquinero misma no tiene la certeza de que
la vida merezca la pena, pero prefiere fingir que lo cree, un enfoque
pragmático que le permite seguir adelante.
La comparación de su trabajo con el de Thomas Pynchon y la
atmósfera cinematográfica de directores como David Lynch y Lars Von Trier
destaca la riqueza de sus influencias. Aunque su escritura es espontánea y
trabajada, ella misma reconoce que adopta un tono más complicado solo cuando el
texto lo requiere, buscando siempre la coherencia con el contenido.
Sara Barquinero se describe como ambiciosa, perfeccionista y
trabajadora, pero también como una neurótica de manual. La entrevista revela su
proceso creativo, sus influencias y su visión del mundo, ofreciendo una
comprensión más profunda de la autora detrás de «Los Escorpiones». Su
honestidad y profundidad hacen que esta entrevista sea una lectura fascinante y
enriquecedora.
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Sé buena persona y por favor no castigues mis marchitas neuronas con otra escritura que no sea la respetuosa con la puntuación y la ortografía, el censor que llevo dentro te lo recompensará continuando dormido.