A principios del siglo XX, Rafael Fontaneda vendía garbanzos con un burro de pueblo en pueblo, hasta que las caminatas le dieron para montar en los trasteros de su casa en Aguilar del Campoo (Palencia) una modesta fábrica de chocolates. Entrado 1913, quiso hacer galletas. Él mismo ideó la fórmula y las dibujó redondas, horadando la masa con sus propias manos y un bote. Era el parto de
la galleta María.
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Sé buena persona y por favor no castigues mis marchitas neuronas con otra escritura que no sea la respetuosa con la puntuación y la ortografía, el censor que llevo dentro te lo recompensará continuando dormido.